El mundo avanza muy rápido y con cada cambio van surgiendo nuevas problemáticas a la que es necesario buscar soluciones, pero la solución también ha de ser rápida. Para dar una respuesta coordinada y rápida es necesario aunar esfuerzos. En la actualidad, marcada por la pandemia, estamos viviendo un claro ejemplo de ello. Como docentes tenemos que incorporar en nuestra práctica ese tipo de aprendizajes de cooperación, para que nuestro alumnado desarrolle la capacidad de trabajar en equipo de una manera eficiente y autónoma. En los últimos meses no se ha podido asistir a las clases y estos aprendizajes se han podido ver frenados. Nuestros alumnos han estado aislados y en la mayoría de los casos han echado mucho en falta el compartir espacios y tiempo con sus compañeros. Este aspecto emocional es muy relevante para su desarrollo. Por otro lado estamos viendo que la tendencia a trabajar desde casa cada vez es mayor y tiene muchos aspectos positivos a tener en cuenta, reduce los tiempos de desplazamientos, reduce la contaminación producida por los medios de transporte, puede contribuir a un aumento del rendimiento, etc. Además la tecnología cada vez lo hace más viable. Actualmente disponemos de entornos virtuales de aprendizaje y de herramientas colaborativas. Con todo esto en la balanza: ¿Por qué no trabajar para que se puedan trabajar metodologías cooperativas con nuestro alumnado en entornos no presenciales?