Como docente actualmente me encuentro ante un panorama en donde los estudiantes no construyen o desarrollan el auto-aprendizaje/la indagación. Comúnmente los alumnos se quedan con la información que se les proporcionó en clase sin que obtenga algún tipo de cuestionamiento de su parte. Particularmente, en mi clase de matemáticas si yo enseño que 2+2=4 se quedan con ese 4 y no son capaces de vislumbrar el horizonte y las diversas posibilidades que tienen con el conocimiento que se les está compartiendo. Por otro lado existen los investigadores o indagadores en desarrollo, que los denomino superficiales, es decir, que les cuesta mucho discriminar y elegir de forma adecuada fuentes de consulta, debido a que la fuente no se basa en alguna cara, persona, aplicación conocida, o bien porque no lo dice algún famoso. Cuando se ejemplifica en alusión a redes sociales, el cantante de moda, por mencionar algunos, he logrado en mayor medida la atención de los estudiantes, pero fuera de clase es como si no hubiera algún motivo para investigar y muchas veces soy yo quien debe proporcionar fuentes de consulta válidas y relevantes como algún canal y/o video. Esta problemática crece con el tiempo al grado de recibir comentarios como que no voy a su ritmo o no los espero. Por el contexto en el que me desenvuelvo no puedo atender uno por uno en cuanto a sus estrategias, sin embargo lo que hago es determinar procesos que en promedio potenciarán habilidades. Esto es importante ya que el ser humano por naturaleza busca su comodidad, su estabilidad, su felicidad, nuevamente, pero ahora me da la impresión que mis alumnos se sienten tan cómodos que basta con decir no puedo o no quiero y eso me limita, sin mencionar que la indagación es necesaria en un plano de supervivencia.