Challenge
Desde la Educación Primaria los alumnos aprenden los distintos oficios y profesiones más conocidos y los propios del entorno familiar, comunidad o amigos. Desde entonces, no hay nada legislado que permita que los aprendices puedan conocer cuáles son las actividades y profesiones laborales actuales. Todo ello, necesario para que cada estudiante pueda establecer un itinerario de estudio y formación para desarrollarse como persona en el ámbito laboral. Los centros educativos, «motu proprio«, planifican distintas y diversas jornadas o proyectos interdisciplinares de Orientación Profesional. Promueven docentes implicados y Departamento de Orientación. Sin embargo, cada día que pasa la optatividad del alumnado alcanza mayor relevancia. Sobre todo en la etapa de Educación Secundaria Obligatoria, que corresponde a la Enseñanza Básica. En 1º de la ESO, tienen que elegir UNA de entre cinco o más, en 2º y 3º de la ESO, DOS entre, al menos, siete. En 4º de EsO han de elegir CINCO, de entre muchas. En bachillerato más de lo mismo. La realidad es que esta optatividad no va con los tiempos de nuestros jóvenes estudiantes. Tienen otras inquietudes e ilusiones. Se ven, la mayoría de ellos, abocados a elegir itinerarios estancos, cerrados, sin ajustarse a sus intereses, pasiones o gustos. Les sugerimos invocar para elegir formaciones que no les interesa o no les gustan y de las que no conocen casi nada. No se les habla de actividades profesionales distintas, nuevas, por descubrir, actuales, que mejoren las condiciones de vida del planeta. En definitiva, casi el 75%, al menos en mi centro y aledaños, los alumnos y alumnas de 13 a 17 años no saben lo que "van a hacer". Más aún, los que piensan en una profesión, no saben diseñar una carrera profesional, ven muy difícil o no saben cómo lanzarla.