En cuestión de apenas una década, la educación ha reinventado sus metodologías en la forma de presentar el currículum a sus estudiantes: primero fueron los "temas" tradicionales, luego las "situaciones de aprendizaje" y ahora el "trabajo por proyectos". Todos estos avances pedagógicos han sido, sin duda, positivos, pero comparten una limitación: se sigue aprendiendo desde un sistema de asignaturas fragmentadas, sin buscar vínculos entre ellas, y sin espacios colaborativos (digitales o físicos) que permitan aprender conocimientos sin necesidad de parcelarlos. Todos los sistemas educativos pretenden que el alumnado conozca la realidad, pero desde la escuela la presentamos de una manera muy "desglosada" por asignaturas. Esta situación tiene un impacto muy negativo en el aprendizaje, pues, casi sin darnos cuenta, los conocimientos se aprenden como algo abstracto, sin utilidad ni relación con el resto de conocimientos propios de la vida real. De aquí surgen prejuicios sociales como la mejor valoración de materias STEM o el rechazo de los programas de Artes y Humanidades. ¿Es posible diseñar experiencias de aprendizaje interconectado, unificado e integral? Sé que Google for Education tiene los medios... y la respuesta.