La mayoría de los educadores son personas con gran vocación, comprometidas con su labor por crear un mundo mejor a través de la educación. Sin embargo, son pocos los que mantienen su compromiso de prepararse de forma constante para mantenerse vigentes. En la educación básica, el perfil de los maestros exige que cuenten con una formación profesional en el área de la educación, el problema es que una vez que egresan, encuentran poco tiempo para seguir renovándose y mantenerse al día con las pedagogías emergentes y el uso de las herramientas tecnológicas, que como Google Workspace for Education, pueden transformar su práctica docente. Existen momentos formativos a lo largo del ciclo escolar, sin embargo se enfocan en las constantes reformas educativas y en llenar formatos que deben compartirse con las autoridades educativas de cada estado. Esto genera una sensación de obligatoriedad y desánimo, si bien a través de estos ejercicios se logran identificar las necesidades particulares de los alumnos con necesidades educativas especiales, faltan espacios para que los maestros conozcan las características de diversas pedagogías y recursos para apoyarlos. En la educación media superior, el problema es mayor ya que el perfil de los docentes requiere que sean expertos en su asignatura, por lo que los maestros pueden conocer los conceptos que deben compartir con sus alumnos de acuerdo a un programa, en su mayoría desconocen la mejor forma de transmitir esta información para generar aprendizajes significativos y el desarrollo de competencias en sus alumnos.