Challenge
Participé por primera vez en un proyecto telecolaborativo en el año 2000 y fue amor a primera vista. Al año siguiente nos animamos con mis estudiantes a crear nuestro primer proyecto telecolaborativo (World Tour) que atravesó las paredes del aula y logró su publicación en una Red Telecolaborativa chilena (World Links). Ese fue el inicio A partir de ese momento, diseñamos, junto a mis estudiantes de turno, numerosos proyectos telecolaborativos que fueron incluidos en la Red TELAR/iEARN (Tour por el Mundo, TELAR va a la Escuela, En clave de FE, Alumnos Educadores, 1,2,3,TIC, Ciencia enREDada, H2.0, Celebraciones en la Red, Monumentos del Mundo y Un Mundo de Juegos). Cientos de educadores y estudiantes de diferentes rincones del mundo, participaron en nuestros proyectos. Pero esa posibilidad que tuvimos con mis estudiantes, de transformar nuestras ideas en proyectos telecolaborativos globales, no es algo que les suceda naturalmente a los educadores interesados en mejorar la educación a través de metodologías activas, como el aprendizaje basado en proyectos colaborativos. En nuestro caso, contamos con el apoyo y los entornos adecuados para lograrlo. Al interactuar con mis estudiantes actuales (educadores y futuros docentes), plantean, en diferentes ocasiones y espacios, que no saben qué camino recorrer para transformar esas ideas poderosas que tienen, en proyectos educativos telecolaborativos distintivos. Plantean, además, que no saben si podrán lograr el apoyo de su Comunidad Educativa y que, para ello, deberían presentar propuestas sólidas y bien estructuradas, que demuestren que la implementación es viable y posible. Este es el desafío Debemos ayudar colaborativamente, a esos educadores que desean transformar, junto a sus estudiantes, las ideas poderosas e innovadoras que poseen, en proyectos educativos innovadores e inolvidables que atraviesen las paredes del aula, que trasciendan las fronteras y que promuevan un aprendizaje intercultural.