Challenge
El desafío o reto que estoy experimentando es conseguir que en situaciones de confinamiento durante el curso académico y/o momentos en que tengamos que implementar de forma precipitada la educación a distancia con adolescentes (jóvenes entre 14 y 19 años) seamos capaces de mantener e incluso mejorar la motivación de cada estudiante por: 1) mantener el ritmo de trabajo diario 2) trabajar/estudiar de manera autónoma 3) generar recursos de aprendizaje: en solitario, de manera conjunta con su docente y/o con compañeras/os 4) compartir conocimientos y experiencia con compañeras/os para de esta forma aprender mejor enseñando a iguales y comprendiendo las dificultades de aprendizaje propias y ajenas. No todas las personas están capacitadas para estudiar de forma autónoma cuando se pierde el contacto diario en el aula y la presión de un horario definido por el centro educativo. La metodología de clase invertida que yo implemento en mis aulas es de gran utilidad pero cuando el proceso de enseñanza-aprendizaje debe realizarse 100% a distancia es difícil conseguir mantener los ritmos y muy especialmente la motivación por el estudio ya que el alumnado necesita el contacto físico y emocional con el grupo y los docentes. Me gustaría poder mejorar la metodología flipped classroom para que sea más eficiente en casos de enseñanza 100% a distancia, buscar actividades alternativas y complementarias que incentiven al alumnado a mantener un ritmo de trabajo y estudio que les ayude a mejorar sus competencias académicas, profesionales y personales.